Inaugurado en el verano del 99, este paseo es una bienvenida implementación.
Si bien la parte más concurrida de este quilómetro y medio de veredas en madera y monolítico es la que comienza en la también restaurada Playa Cigalle en el "cuello" de la península y termina en la hermosa glorieta de madera unos doscientos metros más adelante del viejo muellecito de Mailhos, no hay que desconocer el acierto de haber continuado estas veredas de madera por encima de los médanos de la Playa Mansa hasta la parada 3.
Con nueva luminaria, bancos y papeleras construidas al fin en materiales resistentes a la acción del salitre, este paseo se ha convertido rápidamente en un nuevo punto de atracción de la península.
En todas las tardes soleadas de cualquier época del año se puede disfrutar de la caída del sol sobre la bahía, ver chicos paseando en bicicleta, gente caminado o trotando, o simplemente asomada sobre los pequeños balcones en madera que aparecen aquí y allá a lo largo del trayecto
Vuelve la ranita Filiberta
Hace 8 años
1 comentarios:
que bueno para ir a tomar mate
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